Mucha guitarra, mucho rock, mucha fiesta. La 25 se presentará esta noche para tocar su último disco, “El origen”, doce canciones en las que, a las guitarras, se suman sesiones de viento.


El álbum es el octavo del grupo y llega después de tres años sin editar, “porque a nosotros no nos apuran las compañías y nos tomamos el tiempo necesario entre uno y otro trabajo”, le cuenta Mauricio Junior Lescano a LA GACETA. Durante la entrevista, el músico confiesa que le molesta cuando califican de rollinga a la banda y se usa el término despectivamente. “Nuestra música es simple y natural”, define.

Si uno escucha temas de la banda, como “No pares”, se advierte cuánta simpleza hay en esta música, que no tiene grandes pretensiones: un rock clásico y punto, casi sin arreglos, porque “blues y rocanrol será/ en el origen”, como dice la letra de la canción que lleva el título del disco, precisamente, que los tucumanos conocieron ya en octubre pasado.

Los siete músicos originales de La 25 son “Junior” Lescano (voz y guitarra), Marcos Lescano (guitarra), Hugo Rodríguez (guitarra), Pablo “Ponch” Poncharelo (bajo), Alejandro “Mingo” Ender (batería), Claudio “Sanguchito” (armónica) y Darío “Rodia” Bruschi (guitarra acústica). Luego se integraron Chilli Willy (teclados) y Araña Blanca (percusión).

- Se habla mucho del rock comercial…

- Sí, porque hay mucho circulando en el país, pero La 25 no está en eso. Nosotros fijamos los tiempos de nuestro trabajo. Creo que hay algunas bandas muy buenas, pero que no se difunden; ese es el gran problema que tenemos. Considero que existe un gran nivel de rock en el país y no sólo en Buenos Aires.

- ¿A qué le cantan?

- A nuestras vivencias y a las cosas reales, pasadas y presentes, que suceden; a nosotros, pero también a la gente que conocemos. No son letras de amor o desamor.

- ¿Cómo les va con “El origen”?

- Muy bien, venimos de dar recitales en Mendoza y en San Juan y tuvo gran repercusión, con muy buen comentario en la calle. Y en cuanto al trabajo, es como lo dice la palabra misma: regresamos a los orígenes de la banda. Hay baladas, funkys y rock, es muy amplio. Hacemos las cosas que mejor sabemos hacer porque, además, nos gusta hacerlo. Yo le llamo simplemente rock al rock and roll. Lo demás es otro tipo de música mucho más comercial. Nosotros estamos en la nuestra y no vamos a cambiar. Y la gente se hace fana de La 25 por eso. Cuando se pasa al lado comercial, se puede terminar haciendo cualquier cosa. Diría que lo nuestro es simple y natural. Es un disco muy rockero, no tiene otras ambiciones, es muy guitarrero.

- A veces se dice que lo de ustedes es un rock liviano…

- ¿Liviano? No, al contrario. Es rock and roll; no es pesado ni liviano. Nuestros temas son de cosas verdaderamente vividas, sucesos que pasan en la vida de uno. Somos transmisores de la juventud que pide algo; transmitimos los sentimientos de la gente, los reclamos, los gritos.

- Los recitales de La 25 son una fiesta...

- Supongo que la gente del barrio se identificó con lo que es ser legítimo, hacer lo que uno quiere y ser feliz en lo que se hace. Sabemos que mucha gente incluso se traslada de una provincia a otra para ir a escucharnos. Y sí, todo termina siendo una fiesta.

ACTÚA HOY

• A las 22, en el Club Floresta (avenida Colón 471)